Nunca contrates a alguien que sabe menos que tú sobre lo que se le contrata.
Malcolm Forbes
Para quienes ya están relacionados con el mundo de SAP, es común encontrarse con uno de los más grandes y complicados escenarios cuando de contratar asesores se trata: ¿Cómo identifico a un buen consultor SAP, para contratarlo en beneficio de mí proyecto?
Al respecto, hay que recordar que SAP generó un modelo de consultoría especializada y lo maduró, cuidadosa y pacientemente, con la experiencia ganada en la ejecución de más de 30,000 proyectos exitosos, alrededor del mundo.
Igualmente hay que mencionar que, bajo autorización previa de SAP, los partner oficiales de la misma llevan a cabo los procesos de formación de los futuros consultores con altos estándares de calidad, pertinencia e idoneidad para que solventar la constante demanda de consultores por parte del mercado.
Adicionalmente, SAP mantiene y alimenta varios portales oficiales para que sus consultores sigan autocapacitándose en nuevas tecnologías, proyección de sus carreras y temas afines.
Sin embargo, y a pesar de lo anterior, he hallado consultores que aprobaron las diferentes certificaciones oficiadas por los partner oficiales, se autocapacitaron en las plataformas virtuales y ejercen sus roles en el mercado que los demanda, con la enorme sorpresa de que, aún con todos los cartones y títulos de rigor, quedaron mal preparados y sin condiciones adecuadas para llevar en alto el título de Consultor SAP. El mercado gris de la capacitación parece no ser tan efectivo, por lo cual debo alertarle a no pagar por un profesional que, realmente, no lo es.
Y es que en materia de contratación, la mayoría de consultores SAP llegan a las empresas y a sus proyectos por la vía de la prestación de servicios. Otros, en cambio, tienen grandes amistades con el cliente final y excelente relaciones interpersonales y comerciales.
En contraste, otros consultores tienen un excelente nivel de conocimiento técnico, aunque su parte relacional no es tan fuerte como la de los ya mencionados.
Así, entonces, podemos identificar que los perfiles de los consultores varían de uno a otro según su experticia, talento, capacidad y actitud, a lo que debe sumarse la variable in crescendo con respecto al precio del mismo en el mercado.
En este punto es indispensable preguntarnos ¿sabemos con certeza si el consultor con que estamos trabajando es lo suficientemente capacitado para los que temas se le entregaron?